Valencia.- La secretaria de reclamos del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza (Sitraenseñanza) en Carabobo, Zulay Seijas, señaló que cerca de 2.000 educadores renunciaron en lo que va de año escolar como consecuencia de las constantes violaciones a la contratación colectiva y el déficit de recursos para trasladarse a los planteles educativos.
La dirigente sindical indicó que el gremio docente trabaja en condiciones precarias, con bajos salarios y sin beneficios médicos o de alimentación. «Influye mucho la distancia a la que vive el docente, porque algunos viven en Valencia, pero trabajan cerca del lago. La merma de educadores es tan grande que hemos visto a los coordinadores de centros dando clases porque los maestros les dicen que cobran la última quincena y no regresan», señaló.
Seijas manifestó que «los educadores están pasando hambre, como todos los venezolanos. Estamos enfrentando una grave situación económica; padecemos la inseguridad que existe en los planteles y a esto le sumamos que los directores presionan a los maestros para que asistan, pero, ¿cómo asiste un docente a clases cuando no tiene para comer, ni para darle a sus hijos? El salario de un docente alcanza escasamente para uno o dos días y eso no lo ve este desgobierno».
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La líder sindical denunció fallas en los servicios médicos acordados en la convención colectiva. Indicó que «el Instituto de Previsión y Asistencia Social para el Personal del Ministerio de Educación (Ipasme) no abre sus puertas, pues carece de atención médica y no tiene los medicamentos que debería entregar a los docentes jubilados».
La representante de Sitraenseñanza manifestó preocupación por la extensión de horarios en algunos planteles sin consultar con los docentes; también rechazó los constantes cortes eléctricos en las escuelas de la región, donde, según dijo, pueden permanecer hasta cuatro y más horas sin electricidad.
Seijas exhortó a los docentes de la entidad a participar en la marcha del primero de mayo, para exigir reivindicaciones.
