Maracay.- En estricto cumplimiento de todas las medidas de bioseguridad inició la visita de la reliquia del beato doctor José Gregorio Hernández a la parroquia La Inmaculada, ubicada en la urbanización La Barraca en Maracay. Durante tres días que estará la reliquia en la parroquia visitará las comunidades de San José y San Agustín, a fin de que los fieles puedan tener al llamado «médico de los pobres» entre ellos.
El padre Valentín Duerto, párroco de La Inmaculada, recuerda que el ahora beato fue llamado a la santidad desde su condición de laico y que, así como José Gregorio Hernández, cada venezolano tiene el mismo llamado a la santidad desde cada una de las vocaciones.
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Así mismo, Duerto invita a los feligreses de las comunidades cercanas a hacerse parte de las actividades organizadas en el marco de esta visita, las cuales incluyen recorridos a las comunidades de San José y San Agustín este miércoles, 7 de julio, y oraciones y misas en el templo parroquial el jueves 8 de julio, finalizando la visita el día viernes 9 de julio con la eucaristía a las 7:00 am.
Por su parte, el diácono José Santos, destaca la particularidad con la que se realizó la beatificación de José Gregorio Hernández. «Que un médico, un científico de su época, sea beatificado en medio de una pandemia es una señal de Dios. Hoy más que nunca necesitamos orar por nuestros médicos, por todo el personal que día a día está al frente de la pandemia. José Gregorio es muestra de la mística del médico venezolano en circunstancias adversas como la actual».
Mientas tanto, fieles devotos al nuevo beato venezolano contaron a El Pitazo algunas de las razones por las que agradecen a Dios por su beatificación. Deyanira Gotto comenta: «Yo le pedí al beato que salvara a mi hijo, se lo encomendé cuando nació porque tenía problemas de desarrollo a nivel craneal, rogué y pedí por su salud y hoy, 29 años después, los dos agradecemos frente a la reliquia por su vida».
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Francisco Sánchez también relata su historia de sanación con el llamado «médico de los pobres» durante la pandemia del COVID-19. «Yo tuve covid hace un año, no tenía muchas esperanzas, entre los exámenes, el tratamiento y la hospitalización me debilitaron mucho, una noche cuando estaba en el hospital le pedí al doctor José Gregorio que me sanara; yo quería estar sano por mi, por mi esposa y mi familia, y él me escuchó. A los días estaba fuera de peligro y una semana después estaba en casa. Soy un milagro del beato».
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