Al menos cinco kilómetros de siembra de cacao en Mantuano, parroquia Goaigoaza de Puerto Cabello, están perdidos, los productores del rubro responsabilizan directamente al Gobierno nacional que prohibió las exportaciones directas desde el productor al cliente, y fija precios a pérdida.
Juan Jostrand, René Salazar y Antonio Parra, productores artesanales de cacao porteño en Goaigoaza, Borburata y Patanemo, indicaron que el Gobierno les paga el producto a muy bajo coste pero este a su vez lo vende a precios elevados y explicaron que lo que ha hecho la Administración de Nicolás Maduro con la promoción del cacao venezolano “es pura pantalla, slogans, ferias de vitrinas» y la realidad de los productores es que están quebrados por políticas del Estado.
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Recordaron que el fallecido Hugo Chávez prohibió la comercialización directa del cacao por parte del productor criollo en mercados internacionales y que ahora el «único que vende cacao venezolano en el mundo es el Gobierno». Aseguraron que lo venden en razón de 30 dólares el kilo y que a ellos se los pagan en un dólar y medio. » “Una relación inversamente proporcional a los costos de producción nos mantiene trabajando a pérdida (…), a todas luces desigual que mata la producción local al más genuino estilo del capitalismo salvaje”, increparon los productores porteños.
Los productores recomendaron al actual Gobierno a incentivar la producción y expresaron que el esfuerzo que hacen para cosechar cacao es un esfuerzo del campesino, pequeño y mediano productor y que por otra parte no saben a qué juega el Ejecutivo.
Robos a la siembra
Juan Jostrand, René Salazar y Antonio Parra hablaron de un problema adicional que afrontan, el robo del cacao en mazorcas por parte presuntamente de los llamados chocolateros (vendedores ambulantes), lo que les hace vigilar de forma permanente las fincas, con el consecuente costo adicional en materia de seguridad.
Mencionaron que no encuentran intermediarios para hablar con el gobierno pero asumen que “es urgente sino todo el movimiento productivo local colapsará y las familias que obtienen su sustento económico de esta actividad se las verán difícil”, advirtieron los productores.
