Valencia.- Pacientes con diabetes del estado Carabobo denunciaron, este 7 de mayo, que como consecuencia de la escasez de combustible tienen limitaciones para asistir a consultas, comprar medicinas y alimentos.
Los enfermos indicaron que desde el pasado mes de marzo algunas personas suspendieron los tratamientos y citas médicas para cumplir con la cuarentena social decretada para contener el COVID-19 y otras porque no cuentan con gasolina para movilizarse en sus vehículos hasta las farmacias.
Greicy Castro, presidenta de la Fundación Dulce Esperanza que apoya a pacientes con diabetes tipo 1 (insulinodependientes), señaló que el caso de los niños no es tan preocupante como el de los adultos, porque los bebés reciben medicinas a través de un programa en la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera de Valencia.
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“Los adultos no tienen la posibilidad de esta ayuda, aunque les brindan el apoyo en otro departamento, pero la necesidad es desesperante porque no tienen dinero para costear una insulina y, de paso, no todo el tiempo está al alcance en las farmacias. Nosotros los ayudamos a veces por las redes, manejamos grupos de padres y a veces pueden apoyar a salvarle la vida a un joven, a un adulto”, expresó Castro.
La vocera de la Fundación Dulce Esperanza indicó: “una de las complicaciones que tienen los pacientes diabéticos es la adquisición de insumos, un lápiz de insulina puede estar en $25 dólares y eso a un adulto le puede durar ocho días. Muchas personas no se están inyectando porque no tienen los medicamentos, con la falla de combustible es complicada la búsqueda, a veces las personas recorren cientos varias farmacias, pero sin formas de trasladarse es una preocupación”.
Francisco Alejandro Trujillo, paciente con diabetes, solicitó apoyo a las autoridades, no solo para la movilización y dotación de medicamentos a centros hospitalarios y farmacias, además considera necesaria la promoción de programas que brinden apoyo a los adultos con la enfermedad.
“La cosa no es juego, el páncreas no funciona y nosotros necesitamos del medicamento, al no utilizarlo el cuerpo se va deteriorando, necesitamos todo el apoyo posible de las autoridades para las personas diabéticas”, dijo.
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Familiares de los pacientes con diabetes también se pronunciaron y solicitaron que se garantice el combustible para las personas con enfermedades crónicas, así como para la distribución de medicinas en el país.
“Lo más difícil es conseguir la insulina, me ha pasado que me queda un solo cartucho, vengo a la Farmacia del Remanso y no ha llegado por el tema de la gasolina, no les traen los medicamentos. Yo tengo que comprar una ampolla cada 21 días, compro una rápida y una lenta, solo una de cada una porque no puedo comprar más, cada una me sale en $16,5, lo alimentos también son costosos, el edulcorante es muy caro”, indicó la señora Mónica Lamas, madre un pacientes con diabetes.
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