Aragua.- Sofía Cróquer, conocida como «La gorda Lía», tiene 67 años y ve con preocupación cómo se ha deteriorado la calidad de vida de los habitantes de Ocumare de la Costa, población del estado Aragua que pasó 104 horas sin energía eléctrica esta semana.
«Ocumare de la Costa es un pueblo dejado en las manos de Dios. Estamos abandonados. Esto es un desastre», expresó la señora Cróquer.
La luz se fue el martes a las 6:00 am y el servicio comenzó a restablecerse el sábado 3 de agosto a partir de las 2:00 pm. Lo intrincado de la montaña dificultó las labores de los técnicos de Corpoelec, que les tomó cinco días reparar la avería y hasta tuvieron que utilizar un helicóptero de la gobernación de Aragua para ubicar el desperfecto y trasladar al personal de la empresa eléctrica.
«Se repararon dos líneas rotas, entre la torre 30 y 31; se despejó un árbol caído sobre las líneas y se repararon cuatro puentes rotos. Fue necesaria la utilización de un helicóptero para ubicar la falla y trasladar a los técnicos a la zona montañosa», expresó una fuente de Corpoelec.
Recurrir al trueque
El viernes en la tarde los ocumareños cerraron durante más de seis horas la entrada y salida al pueblo. Señalaron que están cansados de los bajones y cortes eléctricos. Los más afectados son los pescadores y comerciantes.
«Aquí no puede soplar una brisa o llover porque la luz se va como si fuese desechable y nos quedamos cinco o seis días sin el servicio», expresó Jorge Luis Araujo, quien tiene 15 años en una pescadería en La Boca. Agregó que desde el martes no tenían puntos de venta, ni pago móvil, porque también dejó de funcionar la telefonía móvil y el internet (Movistar y Digitel).
«Nos perjudicó demasiado la falla de luz. No hay manera de vender si no es a través del trueque o en efectivo (bolívares o dólares)», señaló Araujo, quien pidió mantenimiento al circuito Ocumare o «que nos cambien esas guayas de la montaña y las metan submarinas».
Manuel Medina, vocero de la asociación de pescadores de Ocumare, aseguró que la falta de sistemas de pago los afectó en estos cinco días.
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«No había refrigeración, no había cómo pagar y la pesca salió fundamentalmente por trueque, porque sin refrigeración se nos podía dañar el pescado. Las pérdidas superan los 20 millones de bolívares diarios en ventas», agregó.
Se las vieron negras
El 10% del comercio de Ocumare de La Costa tiene planta, pero esto solo ayuda a mantener refrigerado algunos productos. La caída de los sistemas de pago anuló toda posibilidad de venta.
Jesús Vielma, quien trabaja en una panadería, señaló que el negocio cuenta con generador eléctrico, pero aclara que trabajan a medias porque se va toda la señal móvil y el internet y no hay puntos de venta.
La falla se ubicó entre las torres 30 y 31 | Foto: Cortesía Corpoelec
«Para ayudar a algunos visitantes y lugareños aceptamos una que otra tarjeta, pero las personas debían ir hasta la montaña, en la vía a Cata, que es el único lugar donde hay señal cuando se va la luz. Por eso, las ventas han bajado en 90%», añadió.
Turismo cayó 50%
El primer fin de semana de agosto no fue el mejor para Ocumare de la Costa que se abarrota con la llegada de las vacaciones escolares.
Richard Ocanto, miembro de la asociación de comerciantes, informó que este sábado visitaron la costa menos de 1.500 personas, cuando esperaban más de 3.000. Estas cifras significan que por el apagón de cinco días el turismo bajó en 50 % y afectó en más de 90 % la actividad económica de 168 comerciantes.
«La ausencia de energía eléctrica afecta al sistema comercial, paraliza totalmente el municipio. Las ventas bajaron en 90%. La gente debía ir a la montaña de Cata para pasar los puntos, porque cuando se va la luz fallan las líneas telefónicas», señaló Ocanto, quien recordó que por más de 10 años el circuito Ocumare, que comienza en la subestación Santa Clara y finaliza en la subestación Cumboto, no recibe un buen mantenimiento.
A juicio de Ocanto se debe hacer un profundo trabajo de recuperación de las 49 torres que atraviesan el parque Nacional Henry Pittier y que están, según dijo, muy deterioradas.
Si esto no se hace a tiempo una ráfaga de viento o un árbol caído podría afectar de nuevo el suministro de energía eléctrica y Ocumare de la Costa se quedaría otra vez sin luz.
