Herbert Gutiérrez, pastor de la iglesia evangélica «Guerreros de la Fe», ubicada en La Victoria, estado Aragua, salió al paso a las acusaciones que hizo Alexis Hernández, trabajador de la alcaldía de Ribas, en un programa transmitido por la emisora oficialista Vencedora, en el que responsabilizó a la Iglesia de los hechos de violencia del 30 de abril.
«No es cierto que nuestra iglesia promueva la violencia o esté vinculada a grupos subversivos o irregulares, mucho menos que en la congregación se guarden armas», dijo Gutiérrez.
«Estamos a escasos 500 metros de la urbanización Ciudad Socialista La Mora y de la esquina de El Piccolo, donde ocurrieron los lamentables sucesos en los murieron dos jóvenes victorianos. La iglesia quedó en el medio de la concentración opositora y oficialista, prácticamente en la línea de fuego. Nuestra posición en esos momentos de angustia fue de orar para evitar que sucedieran más hechos lamentables», aclaró.
Al día siguiente de los sucesos, una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalisticas visitó la Iglesia para solicitar los videos de seguridad que tiene el centro evangélico. Allí se comprobó que nadie entró ni salió con armas o en situación irregular.
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«Fue una visita cordial que hizo el Cicpc para tratar de aclarar lo ocurrido. En esos videos se demuestra que nuestra iglesia está alejada de las falsas acusaciones que hizo una persona para desacreditar la posición del evangelio, la iglesia y de Samuel Méndez, joven que lamentablemente murió en estos acontecimientos y que formaba parte de nuestra congregación desde hace ocho años», explicó.
La iglesia evangélica Guerreros de la fe hace vida en la ciudad de La VIctoria desde hace 9 años. El pastor Gutiérrez comentó que en este lapso el ministerio se ha caracterizado por realizar acciones sociales y promover valores cristianos, ademásde abogar por la paz y luchar en contra de la violencia.
La aclaratoria fue realizada por el pastor evangélico en un homenaje que organizaron estudiantes del Iutar La Victoria para recordar a Samuel Méndez, estudiante de Publicidad y Mercadeo, asesinado en las protestas antigubernamentales del 30 de abril.
