El representante gremial de la columna obrera del movimiento Redes en la refinería El Palito, Horacio Silva, informó que a pesar de que este complejo petrolero ubicado en Puerto Cabello, estado Carabobo, está recuperando su operatividad, aún no llega a 100% para cubrir la demanda de gasolina en el país.
«En estos momentos estamos refinando 80.000 barriles diarios de crudo, de los cuales se procesan 7.000 diarios de gasolina reformada. Faltarían resolver varios escollos operacionales para llegar a la meta», señaló Silva, quien es técnico en Instrumento de Control, en declaraciones ofrecidas a El Pitazo, el viernes 17 de abril.
Silva argumentó que la refinería tiene limitaciones operacionales para obtener los aditivos mínimos para producir la gasolina que requiere el consumo interno del país. «Es bueno recordar que nuestro consumo de gasolina, antes de la pandemia del COVID-19, era de 300.000 barriles diarios, ahora, en la quinta semana de cuarentena, el consumo de combustible se estima en 120.000 barriles diarios», acotó.
El vocero de la clase obrera reiteró que el Gobierno vende la idea de que ya está resuelto el desabastecimiento de gasolina, pero la realidad es distinta. «En El Palito contamos con plantas de Aguas Ácidas, Oxigenados, Isobutano, Mezclado de Gasolina y Merox, entre otras, pero la joya de la corona es la planta de Fraccionamiento de Craqueo Catalítico (FCC), la cual está funcionando a media máquina y eso es grave para la refinería», esgrimió Silva.
Destacó el entrevistado que la información interna que se maneja es que la nueva junta directiva de El Palito está haciendo lo imposible por reactivar la operatividad de la planta, «pero no estamos operando de manera óptima, nosotros deberíamos estar refinando 140.000 barriles diarios de gasolina y solo podríamos llegar a 40.000», agregó.
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Gasolina de México es insuficiente
Silva anunció que actualmente está fondeado un tanquero de origen mexicano, -cuya ubicación no precisó- con 3.000.000 de litros de gasolina, para el consumo interno, sin embargo esta cantidad no abastece el mercado interno y están a la espera de que llegue un cargamento de gasolina rusa que supuestamente proviene de Róterdam, en Holanda.
«La supuesta llegada de un buque tanquero proveniente de Rusia no se ha cristalizado, no tenemos pruebas evidentes de esta nueva importación de gasolina, que ayudaría a mitigar el nivel de demanda que se evidencia en las largas colas para recargar los vehículos de combustible», argumentó.
Con relación al mercado mundial, explicó que el barril petrolero venezolano está cotizado en el mercado actual en 13,03 dólares, y el de la Faja en un promedio de 20 dólares, debido a que presenta un American Petroleum Institute (API) como medida de densidad petrolera elevada, es decir, un petróleo extra pesado que no lo hace competitivo.
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«Cuando el valor de petróleo gira entre los 32 a 23 dólares a escala global en el presente histórico, la calidad de nuestro petróleo es de baja competitividad en el mercado mundial por su mismo grado elevado de API. Pdvsa está tan decaída, que no estamos produciendo los aditivos necesarios para refinar nada. Se estima que ni siquiera estamos produciendo el nafta suficiente que requiere nuestra empresa para hacer posible el proceso de refinación petrolera», aseveró el dirigente obrero.
Silva recordó que en medio de esta realidad, en Venezuela ya no hay ni petroquímica derivada de la industria. «Antes producíamos la base para el aceite de vehículos, del tipo mineral, no sintético ni semisintético, pero ahora, por la paralización de esa industria y la partida de las empresas privadas que operaban en el país en esta área, como fue el caso de Shell y Venoco, se deteriora aun más el escenario nacional, tanto así que desde hace ya tiempo estamos importando aceite para vehículos con algunas deficiencias para el consumo interno».
Con relación al gas doméstico propano, Silva afirmó que también se está en presencia de otra tragedia. «Solo Pdvsa-Gas está generando, pero su capacidad de producción, distribución y comercialización es insuficiente para cubrir la demanda de los venezolanos”, acotó Silva, al tiempo que aclaró que el gas que queman los mechurrios es parte de la operación regular de los complejos refinadores del país. «Es propano, pero en su mayoría no es el mejor gas para el consumo doméstico”, añadió.
