Valencia.- Habitantes de la comunidad Los Olivos I y II del municipio Los Guayos en el estado Carabobo denunciaron este martes, 26 de octubre, que tienen más de tres meses sin servicio de gas doméstico y aseguran que son cerca de 350 las familias afectadas.
Por vía telefónica, los vecinos de Los Olivos informaron al equipo de El Pitazo que pese a las múltiples denuncias y solicitudes realizadas, no reciben el servicio en la comunidad, donde dicen que padecen las consecuencias de la ausencia de gas, especialmente cuando les falla la electricidad, pues se limitan las opciones para cocinar.
“Hemos conversado con el coordinador estadal de la distribución del gas en Carabobo, nos dijo que los precios no eran los acordados y que iba a revisar por qué no había distribución a la zona, eso fue todo. Aquí algunos cocinan con leña, otros con caracol, así es como solucionamos el problema en la comunidad. Cuando se va la luz es triste, toca espera a que llegue y si es de noche es peor todavía. No llega el gas desde el martes 20 de julio”, dijo el señor Víctor Montilla, dirigente social de Los Olivos.
Los vecinos de la comunidad también denunciaron aumento excesivo en los precios de los cilindros de gas, en las oportunidades que han recibido el servicio.
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Fallas en la distribución del bolsas Clap
El vocero de la comunidad destacó que, además de las fallas de gas y electricidad en la zona, en Los Olivos no reciben de manera regular la bolsa de los llamados Comité Locales de Abastecimiento y Producción (Clap).
“Llegan cada cuatro meses y no les llega a todas las personas. Hay unas 30 familias que nunca reciben las bolsas, entre estas hay adultos mayores y personas con discapacidad. Se les pasó una comunicación a la jefa de comunidad para sincerar la situación y no acepta la reunión. Desde 2017 no se actualiza el censo de los Clap y sabemos que muchas familias salieron del país por la crisis que vivimos”, señaló Montilla.
El dirigente comunitario también denunció que los productos que envía en las bolsas, en reiteradas oportunidades, llegan en mal estado. “No se cumple con los principios de los Clap. La penúltima vez que llegó tenía frijoles chinos viejos, la harina parecía cemento, el arroz no era apto para consumo humano”, expresó Víctor Montilla.
