Valencia.- Trabajadores de distintos servicios de la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera (Chet) de Valencia protestaron este jueves, 22 de octubre, para exigir mejoras salariales, pues aseguraron que la mayoría no supera los 3 dólares mensuales y el primer mes de aguinaldos no alcanzó los 4 dólares.
Camilleros, personal técnico, de limpieza, enfermeros, entre otros, se concentraron frente al centro de salud, también conocido como Hospital Central de Valencia, para rechazar las críticas condiciones en las que dijeron se mantienen laborando. Indicaron que son víctimas constantes de violación de derechos, establecidos en el contrato colectivo.
El presidente del Sindicato Único de Salud en Carabobo, Carlos Viloria, señaló: “recibimos un mes pírrico de aguinaldos, trabajadores con pagos de 400.000 a 1.600.000 bolívares, eso es una situación irreal, en la calle cambió la moneda, el Bolívar desapareció, en todos los comercios se vende de manera dolarizada, el Gobierno o se suma al dólar y le paga a los trabajadores de manera dolarizada o ve que carrizo hace”.
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El dirigente sindical aseguró que los trabajadores están migrando, entre otras razones, por la vulneración de sus derechos establecidos en la contratación colectiva.
“Más de 50% del personal amenaza con culminar en noviembre o diciembre y abandonar sus sitios de trabajo, de hecho no están perdiendo nada porque las prestaciones sociales de los trabajadores desaparecieron, aquí los incapacitaron y jubilaron para pagarles tres lochas. No somos atendidos, no hay medicamentos en farmacia para los trabajadores, violan una cláusula contractual de asistencia médica”, agregó Viloria.
El delegado principal de la Chet para el Sindicato Único Nacional de Trabajadores Público de Carabobo, Eduardo Castillo, señaló que quienes trabajan en el hospital deben recurrir al comercio informal para poder incrementar sus ingresos y lograr comer dos veces al día.
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“Si desayunamos no almorzamos, el desayuno es almuerzo a la vez y la cena es cualquier cosa que podamos conseguir. Estamos cobrando 0,75 centavos de dólar y una harina nos cuesta 460.000 bolívares la más económica. Algunos trabajadores tenemos que sobrevivir con el comercio informal, tenemos que vender cualquier cosa, caramelos, chupetas, cebollas, lo que se nos ocurra, yo vivo de la venta de bolsas de hielo, las vendo en 20.000 bolívares, para poder costear el transporte que me lleva a la ruta para poder venir acá”, agregó Castillo.
Dilia Second, camarera del servicio de Nefrología, manifestó preocupación porque aseguran que los trabajadores no poseen equipos de bioseguridad adecuados para protegerse del COVID-19.
“Aquí necesitamos un medicamento y nunca hay medicamentos para nosotros, un tapabocas los utilizamos hasta tres días, los lavamos y lo reusamos, no tenemos batas, utilizamos nuestro uniforme, aquí están dializando pacientes con COVID-19 y no tenemos los implementos de seguridad.. Somos trabajadores de la salud y no tenemos ese beneficio”, dijo la trabajadora de mantenimiento.