Caracas.- Una investigación periodística del medio de comunicación Ayibo Post en alianza con la plataforma Connectas revela que cualquier persona es una víctima potencial de secuestro en Haití. Estudiantes, médicos, comerciantes y hasta policías han sufrido este flagelo en la nación caribeña.
El reportaje publicado en la web de Connectas reseña que los secuestradores no tienen un patrón específico, según lo que han podido notar los habitantes de Puerto Príncipe, capital de Haití, desde febrero de 2020, cuando este delito comenzó a incrementar. Las pandillas escogen sus víctimas al azar.
Las víctimas se fueron acumulando una a una. Uno de los primeros grandes casos dejó un fallecido y cinco secuestrados. Eran integrantes de una iglesia que fueron raptados en febrero de 2020 cuando regresaban de una misión pastoral. Los secuestradores pidieron el rescate y tres días después otro miembro de la iglesia, Jean Rubens Eugene, llevó el dinero y la pandilla lo mató.
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También se contabilizaron secuestros de menores, algunos en plena luz del día e incluso hubo un niño pequeño que se llevaron de una comisaría. En medio de la ola de secuestros llegó una de desapariciones. Hasta noviembre se reportaron decenas de personas perdidas. Muchos regresaron, otros fueron hallados muertos.
Sin datos específicos
A pesar de la falta de datos precisos sobre el aumento del secuestro en el último año, la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (Binuh) registró en un informe de septiembre que los casos subieron un 200 % entre enero y mayo con respecto al período anterior. 92 fueron reportados a la policía y 50 sucedieron en febrero.
Además, la organización de derechos humanos Défenseurs Plus cuenta 1.000 secuestros en todo 2020.
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