La pandemia ha hecho que el trabajo de repartidor cobre auge y por eso es común ver a estos personajes con sus chaquetas y cavas de colores buscando direcciones, estacionados en las entradas de los centros comerciales o entregando pedidos, mientras la gente sigue con el confinamiento y el distanciamiento social para protegerse del COVID-19

Lo llamaremos Julio Solórzano; quiere que se proteja su identidad. Tiene 55 años de edad y es un venezolano que emigró a Montevideo, Uruguay. Este caraqueño se fue a vivir al país de los escritores Juan Carlos Onetti y Mario Benedetti en febrero de 2020, y en la actualidad trabaja como repartidor, oficio que a su vez recibe el nombre de delivery, rider, mensajero, motoquero, recadero y hasta deliveri, aunque todo depende de la ciudad de Latinoamérica o de España.

Recientemente ingresó como repartidor, y ahora, gracias a su trabajo sobre ruedas en todo este tiempo, anda con una bicimoto que se compró para seguir haciendo su labor.

A pesar de que para el momento en que se hizo esta entrevista tenía alrededor de dos semanas en PedidosYa —por lo que era poco tiempo para saber a ciencia cierta a cuánto ascendían sus ingresos en esta empresa—, sus encargos aumentaron debido a la demanda de los clientes, la publicidad y el posicionamiento de dicha compañía en el mercado uruguayo, donde, precisamente, se creó en 2009.

Cabe destacar que luego, en 2014, PedidosYa se asoció con el grupo Delivery Hero, cuya sede principal se encuentra en Berlín, Alemania, y que opera en más de 50 países. Actualmente, se encuentra en 15 países latinoamericanos. En Venezuela, sin embargo, empezó a funcionar tiempo después, exactamente en 2020, pese a la crisis económica, la inestabilidad y poca velocidad de la conexión de internet, la inseguridad y la falta de gasolina.

Esta compañía ingresó al mercado nacional cuando cobraba auge la pandemia de COVID-19, así como la necesidad de que empresas grandes y pequeñas operaran a través del delivery mediante la compra y venta electrónica de artículos como, por ejemplo, comida, bebidas, medicinas, mensajería y productos para mascotas, y la necesidad de la población de protegerse de la enfermedad, para lo que se sigue con el confinamiento y el distanciamiento social como medidas de seguridad recomendadas por la OMS y demás organismos de salud.

La agencia global We Are Social y Hootsuite señalaron en su último informe anual, Digital 2021 Global Overview Report (que se publicó en enero, comprende datos de 2020 y analiza aspectos relacionados con el comercio electrónico, el comercio móvil, el uso de internet y las redes sociales) que, por ejemplo, con relación al sector del delivery, más de 1,21 millardos de personas usan servicios online para comprar comida en todo el mundo; que el valor total de dicho sector tuvo un incremento anual del 27% y que el gasto, también anual, por usuario fue de 112 dólares.

Es por esto que varias empresas venezolanas se han puesto a circular en el campo del sistema de reparto. Tal es el caso, entre otras, de Yummy –la cual asegura ser la primera red de delivery de última milla con aplicación descargable en el país y que abarca ciudades como Caracas, Maracaibo y Maracay–, Livery, Yeet!, Tráetelo y Pink Delivery CCS, la primera empresa de delivery que trabaja con mujeres y para mujeres en la Gran Caracas.

Cómo entrar a trabajar como repartidor

Al igual que para Julio Solórzano en Montevideo, el delivery también ha sido una fuente de empleo para otras personas en otras partes del mundo, incluyendo Caracas. Los que se dedican a esto pueden trabajar tanto para una empresa formal como hacerlo desde sus casas.

Jesús Pérez (nombre ficticio) también afirma que, dado el surgimiento de empresas de delivery, ha podido trabajar y lo ha hecho de manera continua desde marzo de 2020, cuando estaba desempleado.

Pérez está sentado en una de las mesas de la feria de comida de un centro comercial conocido en el este de Caracas. Está esperando a que un empleado de una franquicia de pollos lo llame para que lleve el pedido que se le encargó. Por eso, acepta que la entrevista sea de solo diez minutos, ya que se entiende que debe cumplir con la promesa básica de ese tipo de sector: entregar a tiempo.

Calcula que, en promedio, puede ganar 200 dólares al mes, lo que lo ayuda a cubrir gastos, pero que todo depende de varios factores, entre ellos, de cuánto se trabaje y de cuán fructífero sea el día.

“Hay días buenos, hay días malos, hay días súper, y así, pero también todo depende de lo que uno trabaje, del tiempo que se le dedique al trabajo. (…) Tengo un día libre a la semana, que lo dedico, entre otras cosas, al mantenimiento de la moto, y como uno puede trabajar en la mañana o en la tarde, tengo tiempo para otras cosas”, explicó.

Aún así, Pérez se refirió, como dato importante para aumentar o no los ingresos como repartidor, al posicionamiento de la empresa de delivery en el mercado, por lo que coincide con Solórzano en que si esta está bien posicionada, tiene visibilidad y es conocida, pues, hay más probabilidades de llevar más pedidos.

No obstante, la puntualidad del repartidor también es clave. Por eso Pérez, apenas vio que el empleado de la franquicia de pollos lo llamó, se levantó de la mesa, cesó la entrevista cortésmente y se fue a hacer su trabajo.

Cómo ser repartidor

La página web de PedidosYa señala que los requisitos para ingresar a trabajar como repartidor son los siguientes:

  • Cédula de identidad venezolana, o pasaporte, si se es extranjero.
  • Copia y número del RIF.
  • Licencia de conducir; seguro y registro vehicular.
  • Seguro de accidentes personales con una cobertura mínima de 5.000 dólares.
  • Certificado médico.
  • Un recibo de cualquier servicio.
  • Un teléfono iPhone 4s (o superior) o Android (4,2 o superior) con Internet para estar conectado constantemente.

Para postularse, basta con ingresar a la página web, seleccionar la ciudad en la que se vive, que abarca los Andes, occidente y oriente; el tipo de vehículo que se tenga (moto o carro) y cumplir con el proceso de capacitación y documentación.

Por otro lado, la compañía indicó a El Pitazo que la app de PedidosYa se puede descargar de manera gratuita de App Store o Play Store, y que su interfaz es intuitiva y fácil de usar, lo cual es beneficioso para clientes, negocios y los mismos repartidores, pues a mayor acceso, mayor demanda.

A través de la app el usuario puede, entre otros aspectos, acceder a información sobre locales comerciales disponibles, menús o listas de artículos, horarios, precios, formas de pago, tiempo de entrega, costo de envío y valorar tanto el producto y el servicio como la puntualidad y el trato del mismo repartidor.

Por último, la empresa también se refirió –como punto importante– a la seguridad de los usuarios al usar plataformas de pago electrónicas, pues hay quienes temen por sus datos. Por tanto, también tiene los pagos contrarrembolso en el momento en que se reciba el pedido, e incluso dispone de la posibilidad de que se use la app en modo oscuro en teléfonos Android para proteger la vista.

Delivery para y por mujeres… y en bicicleta

Carolina Armada, CEO de Pink Delivery CCS, contó que este 3 de junio el emprendimiento venezolano cumplió un año de funcionamiento y que actualmente emplea a 12 mujeres, las cuales están uniformadas e identificadas como parte del equipo y que para poder trabajar ahí, solo deben tener bicicleta, moto o carro y las ganas de participar.

Cuentan con clientes que viven en el extranjero, pero que les piden sus servicios para parientes que se encuentran aquí. Asimismo, poseen el servicio de Pink Taxi CCS, que solo manejan mujeres para mujeres.

Lilian Roa tiene 49 años de edad y es dueña de una papelería. Sin embargo, dado los efectos de la pandemia, se vio obligada a compaginar su trabajo como comerciante con el de repartidora.

–¿Por qué trabajar en delivery?

–Todo fue a raíz de la pandemia. Fue la mejor salida para el momento, ya que no podía abrir mi negocio. ¿Y te preguntarás por qué todavía lo hago? En esta parte de Catia hay movimiento comercial, muy movido, hasta el mediodía (en mi caso, la papelería) y, bueno, sigo con mis deliveries.

Eso ha sido así desde el año pasado y en este tiempo ha trabajado con varias empresas, entre ellas con Bicidelivery, con la que labora actualmente para una red de farmacias nacional, y con Pink Delivery CCS.

Con respecto al ingreso económico, dijo que los montos varían, aunque en una semana suave, en otras palabras, con pocos pedidos, se gana alrededor de 15 dólares. Cuando se le preguntó ¿cuál ha sido su mejor experiencia como delivery?, respondió:

–¡La cara de satisfacción del cliente cuando uno le resuelve!


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