Cumaná.- La tarde del viernes 24 de abril, un niño de 8 años falleció por comer yuca amarga en el sector La Parapara, municipio Mejía del estado Sucre. Se trata del segundo deceso de este tipo que se registra en Venezuela este 2020, el primero ocurrió en Apure, en marzo, y la víctima un niño de 2 años perteneciente a la etnia yaruro.
Los padres, un hermano y dos primos del fallecido se intoxicaron pero se encuentran fuera de peligro, según conoció El Pitazo través de una llamada telefónica este sábado 25 de abril realizada a vecinos de esa localidad. El grupo consumió el tubérculo luego de que se lo regalaran.
Tras presentar los primeros síntomas, como dolores abdominales y nauseas, las personas fueron trasladas hasta el Hospital de San Antonio del Golfo, pero debido a la gravedad fueron remitidas hasta la emergencia del Hospital Universitario Antonio Patricio de Alcalá (Huapa), en Cumaná. La movilización se hizo en un vehículo de la Red de Atención Inmediata al Ciudadano (Raic).
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San Antonio del Golfo es la capital del municipio Mejía y está ubicada en la parte este de la capital del estado Sucre. En esta jurisdicción, las fallas en los servicios básicos son constantes desde los los últimos tres meses, según refieren habitantes de la zona como Rómulo Marcano, quien señaló que desde que inició la cuarentena social se incrementaron los apagones en la entidad.
“Todos los días se va la luz por tres y cuatro horas. Ese servicio estaba estable desde que inició el año”, agregó. Marcano denunció que, aproximadamente, 4.000 habitantes están afectados por la falta de agua potable por tubería. Aseguró que la Alcaldía de Mejías dispone de dos camiones cisterna que no son suficiente para abastecer a la población.
Además, recordó que en este pueblo, donde habitan unas 15.000 personas, hay 2.000 pescadores quienes por la falta de gasolina no han salido al mar. “Otro porcentaje de la población trabaja la agricultura y ante la falta del combustible no bajan a vender sus productos”, acotó.
