Tirana.- Los equipos de rescate concluyeron las tareas de búsqueda debido a que no esperan encontrar sobrevivientes del terremoto en Albania, que causó 49 muertos. 45 personas pudieron ser rescatadas con vida, según reveló este viernes el primer ministro, Edi Rama.
El mayor número de fallecidos se registró en la turística ciudad de Durres, con 25. Le sigue la localidad de Thumana , con 23, y la de Kurbin, con uno, ambas al norte de Tirana.
Entre las últimas víctimas halladas se encuentran los cuerpos de una mujer abrazada a sus dos gemelos y a su hijo de siete años. Los cuerpos fueron encontrados entre los escombros de un edificio derrumbado en Kenete, en los suburbios de Durres, explicó Rama.
El primer ministro también reveló que la catástrofe acabó por completo con diez familias. La más numerosa de ellas fue una cuyos ocho miembros murieron al derrumbarse una vivienda de cuatro plantas en los suburbios de Durres. Esta ciudad costera del mar Adriático ha sido la más golpeada por el seísmo, que ha causado además más de medio millar de heridos.
Según señaló Rama, en Durres 877 viviendas quedaron destruidas. En el distrito de Tirana, donde se encuentra la población de Thumana, 78 edificios están parcialmente dañados o son inhabitables.
Ayuda económica
El primer ministro anunció que todas las personas que han tenido que pasar las últimas noches en carpas instaladas en un campo deportivo en Durres serán trasladadas a hoteles.
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En declaraciones a los medios, el jefe del Ejecutivo declaró que ha enviado cartas a muchos países. En ellas solicita ayuda económica para subsanar los daños del seísmo. «Acabo de firmar cartas a Gobiernos que van desde Alemania hasta Australia, de Gran Bretaña a Japón, de Suecia a Malasia», dijo Rama.
Una vez concluidas las tareas de rescate, ahora empezarán las de evaluación de daños, añadió. Desde el terremoto del martes se han producido centenares de réplicas. Estas han llegado a superar magnitudes de 5 en la escala de Richter.
Muchas personas en Durres y Tirana volvieron a pasar la noche a la intemperie o refugiadas en sus automóviles por temor a que los temblores puedan causar nuevos daños. Otros incluso abandonaron la ciudad y se dirigieron hacia localidades más seguras en el este del país.
