Montevideo.- El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, criticó este domingo 24 de noviembre el intento de Evo Morales de alcanzar una cuarta reelección como jefe de Estado de Bolivia, aunque calificó su salida del país como «golpe de facto».
En la puerta de su residencia, donde le esperaban los periodistas antes de que él se dirigiera al centro de votación para la segunda vuelta de las elecciones de Uruguay, que se celebra este domingo, Vázquez dijo que «un presidente, si se tiene que ir porque lo presionan, sufre un golpe de facto».
LEE TAMBIÉN
Jeanine Áñez asegura que no promulgará ley de inmunidad a Evo Morales
«La destitución de Evo Morales no es del Evo Morales que fue elegido para el próximo gobierno, sino del Evo Morales que estaba en ejercicio de la Presidencia, que había elegido por el pueblo en elecciones libres y democráticas», explicó.
No obstante, el mandatario uruguayo destacó que el otro punto importante de la crisis institucional en Bolivia es que Evo Morales «buscó una cuarta reelección».
«Yo ni siquiera acepté la primera reelección porque considero el valor que tiene la alternancia en el Gobierno. Tantos años en el poder son muy duros y siempre es bueno que venga una mente fresca, con otro ánimo, con otra voluntad», argumentó Vázquez.
Bolivia lleva sumida en un grave conflicto desde el día después de las elecciones del 20 de octubre, cuando comenzaron las denuncias de un fraude a favor de Morales, que fue proclamado vencedor para un cuarto mandato consecutivo.
La oposición concurrió a esos comicios, aunque consideraba ilegal la candidatura de Morales por incumplir el límite de dos períodos seguidos, pero estaba avalado por el órgano electoral de entonces, que luego terminó procesado por el supuesto fraude.
El 10 de noviembre la Organización de Estados Americanos (OEA) advirtió en un informe de «graves irregularidades» en los comicios y ese mismo día Morales anunció su renuncia, forzado por las Fuerzas Armadas.
El líder indígena, que gobernó Bolivia casi 14 años, viajó el día 11 de noviembre a México en calidad de asilado, en una renuncia que ha sido calificada de golpe de Estado por varios gobiernos y políticos latinoamericanos.
Otros países han reconocido al Ejecutivo interino de Jeanine Áñez, que asumió el poder el pasado 12 de noviembre.