Caracas.– En un partido trepidante y lleno de emociones, el Liverpool logró la hazaña de volver a ser finalista de la Liga de Campeones por segundo año consecutivo, tras derrotar al Barcelona con una remontada de 4-0 (4-3 en la general), gracias a unos dobletes de Origi y Wijnaldum.
Fue precisamente Origi quien abrió el marcador temprano, aprovechando un rechace de Ter Stegen en el minuto 7, un tanto que le dio tranquilidad a los dirigidos por Jürgen Klopp, quienes culminaron con ventaja mínimo el primer tiempo.
Messi y compañía tuvieron ocasiones para igualar el marcador en la primera parte, pero no tuvieron suerte para definir. Couthino y Suárez no estuvieron precisos, mientras que Jordi Alba fue el que más se proyectó en el ataque.
Esta tónica continuó en la segunda parte, donde la defensa blaugrana dejó mucho que desear. El fantasma de la Roma, equipo italiano que los remontó en el campeonato pasado eliminándolos, volvió a asustar a los jugadores de Valverde.
Origi, Wijnaldum, Mané y Fabinho fueron un dolor de cabeza total para Piqué, Alba y Lenglet. Pese a tener mayor posesión del balón, los españoles no generaron oportunidades.
El inicio del segundo tiempo superó el infierno del primero. Wijnaldum, en apenas dos minutos, terminó por meter al Barça la pesadilla de Roma. El holandés remató un centro abajo de Alexander-Arnold y puso el 2-0. Luego remató de cabeza un envío desde la izquierda y puso el 3-0. El estadio de Anfield estallaba.
La defensa del Barcelona estaba paralizada a esas altura del partido, y muestra de ello fue que se quedaron parados en un córner y permitieron que Origi, en una jugada inexplicable, anotase libre de marca.
El Liverpool se marchaba 4-0 en el marcador. El Barcelona se entretenía tocando en la frontal. No estaba un Iniesta que lo arreglara, Messi no aparecía y el tiempo se agotaba.
Tocará a los ingleses esperar que mañana se defina su rival: el otro conjunto inglés (Tottenham) o los holandeses (Ajax).