Barquisimeto.- Nuevamente, una inspección sorpresa de funcionarios militares irrumpe en las instalaciones del Hospital Central Antonio María Pineda de Barquisimeto. Este lunes un grupo de uniformados ingresó al centro asistencial, una situación que fue rechazada por médicos de guardia, al ver violentada su labor. Denuncian que se trata de una persecución constante.
Los militares entraron al área de admisión de sala de parto y preguntaron a los pacientes si estaban recibiendo los medicamentos necesarios. Además consultaron la cantidad de personas que habían ingresado durante el fin de semana.
El director regional de salud, Dr. Ruy Medina, expresó que se trata de una situación completamente irregular que se ha venido presentando en los últimos meses y rechazó estas acciones que, más que contribuir, afectan el trabajo dentro del hospital.
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“Ellos no están para supervisar el trabajo médico que nosotros realizamos. Vinieron inicialmente para controlar el Motor Farmacéutico, motor que no funciona porque no tiene gasolina, no tenemos los insumos y medicamentos suficientes porque no se consiguen y por más que queramos trabajar, no podemos sin esos materiales”.
Medina indicó que para el momento de la inspección, el Hospital presentaba deficiencias en inyectadoras, tubos endotraqueales, algunas soluciones, medicamentos, antibióticos y anestesia.
“No veo la razón de esta persecución y acoso que tiene con el Hospital el contingente militar. Aquí la gente quiere operar y resolver los problemas, pero no podemos seguir con este acoso. Hay otros mecanismos administrativos que podemos utilizar para poder informar lo que nosotros creemos que se debe dar a conocer”.
El director destacó que la semana pasada, a las 10 de la noche, también un grupo de militares realizó una toma de las adyacencias del Hospital Antonio María Pineda y el Pediátrico Agustín Zubillaga, instalando alcabalas en la Av Las Palmas y Av Libertador. En esa ocasión cuatro generales, cuya identidad desconoce, entraron a sala de parto sin siquiera utilizar la vestimenta adecuada, para interrogar a las pacientes y los médicos de turno.
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Por su parte, el doctor Jesús Gurecuco relató que en las inspecciones además verifican las recetas médicas y luego hacen una persecución a los médicos porque están solicitando medicamentos. “Lo hacemos para salvar la vida de los venezolanos, porque no contamos con los insumos dentro del hospital”.
Denunció que los médicos tienen miedo de dar récipes sellados por temor a represalias de los funcionarios. Además aseguran que el centro de denuncias que coordinan los militares no solventará en nada la crisis que padece el sector, por lo cual exhortaron al gobierno a que acepte la ayuda humanitaria de otros países.
El Hospital Central Antonio María Pineda recibe un aproximado de 400 pacientes a diario, 300 de los cuales son ingresados al área de Emergencia y 100 a la sala de parto. El Dr. Medina destacó que no refieren a ningún paciente, pues es uno de los principales centros asistenciales de la entidad e incluso atienden personas de otros estados cercanos.
Para esta temporada de carnavales, han amanecido con un total de 90 pacientes hospitalizados. La labor del personal médico y de enfermería no se detiene, a pesar de las dificultades para la adquisición de medicamentos e insumos.
