Manuel Cabré, conocido como “El Pintor de el Ávila”, dejó para la historia de la pintura en Venezuela del siglo XX su pincelada en centenares de lienzos dedicados al cerro que domina el valle de Caracas.
Nació el 25 de enero de 1890 en Barcelona, España, hijo del escultor catalán Ángel Cabré i Magriñá y de Concepción A. de Cabré, pero desde muy niño llegó con su padre y residió en Venezuela.
A los 14 años ingresó en la Academia de Bellas Artes de Caracas. En 1912 fundó, junto a Leoncio Martínez, Rafael Agüín, Cruz Álvarez García, Julián Alonzo y otros artistas, el Círculo de Bellas Artes.
Ocho años después después de varias exposiciones exitosas en Caracas, se trasladó a París, donde residió hasta 1930. Allí acudió a la Academia Colarossi y la Academia La Grande Chaumiére.
Al año siguiente volvió a Venezuela y se dedicó a captar la naturaleza del país. Se sintió conmovido por el Ávila, montaña al norte de Caracas a la que pintó desde todos sus ángulos y con todos los matices.
El paisajista ganó en 1951 el Premio Nacional de Pintura y en 1955 el Premio Herrera Toro, en el XVI Salón Oficial. También estuvo cinco años en la dirección del Museo de Bellas Artes de Caracas.
A continuación una lista de algunas de sus obras:
- Casa de Anauco
- Paisaje de Sabana del Blanco
- Paisaje Andino