Tucupita.- Las actividades religiosas de la Iglesia católica continúan inciertas en Tucupita. El obispo del Vicariato de Tucupita, monseñor Ernesto Kiko Romero no ha informado, hasta este jueves 5 de noviembre, sobre el inicio de la primera misa litúrgica en la Catedral Divina Pastora de Tucupita.
No obstante, luego de siete meses de clausura, la primera actividad religiosa fue realizada en una capilla de los misioneros de la comunidad de la Orden Consolata y solo participaron algunos miembros seleccionados de la feligresía laica indígena de Tucupita. En su anuncio, uno de los religiosos destacó la cautela de mantener la prevención y el distanciamiento social de la feligresía durante la liturgia.
“Desde el jueves comenzamos con nuestra misión de llevar el evangelio hasta las comunidades”, precisó el sacerdote. Destacó que la Orden Consolata tiene la misión de acompañar a los waraos en su fe en el municipio Antonio Díaz y Tucupita, aunque el religioso resaltó la difícil situación de acompañamiento que se presenta por las dificultades reales que afectan a la sociedad deltana.
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En monitoreo realizado por equipo de El Pitazo, se pudo detectar que los dos principales templos católicos de la ciudad permanecen con sus puertas cerradas ante la comunidad laica que espera la reapertura de las actividades religiosas en la ciudad.
La catedral Divina Pastoral, el emblemático espacio religioso del Delta Amacuro, permanece hasta este jueves 5 de noviembre sin actividades; sin embargo, la comunidad católica espera para este fin de semana reencontrarse en la principal casa de Dios.
De igual forma, la Iglesia San José, segundo templo en importancia, permanece con sus puertas bajo llave. La feligresía católica continúa sin aglomeraciones masivas desde el pasado marzo con el decreto sobre la prohibición de las reuniones por prevención al COVID-19 por las autoridades de salud venezolanas.